Dark Souls II llega con el objetivo de ser más difícil que su antecesor y ofrecer muchos más elementos por los que maldecir a From Software. Action RPG que desafía a los jugadores en un mundo abierto, tan genial como lleno de peligros.
From Software tenía como principales objetivos desesperar con Dark Souls, mantener la esencia de Demon's Souls y desmarcarse con un tipo de juego de los que no proliferan en los días que corren. Todo lo han conseguido con este nuevo Action RPG para Playstation 3 y Xbox 360. La exigencia y el reto que supone avanzar en Dark Souls es una de las grandes virtudes de este juego. Pero no es la única ni mucho menos. Y esta vez llega a Europa, además, sin retrasos ni nada por el estilo como pasó con la entrega anterior, exclusiva de la consola de Sony. Nos espera la oscuridad, las almas. Y la muerte.
Héroe o mártir
Lo primero que nos encontramos en Dark Souls es la posibilidad de crear a nuestro héroe. Tenemos todo tipo de opciones que van desde el nombre, sexo o constitución del personaje hasta personalizar de manera más precisa elementos como los ojos o la nariz del protagonista de nuestra aventura. Estos elementos seguramente son los menos importantes, teniendo en cuenta la cantidad ingente de objetos y equipamiento que vamos a encontrar y que van a moldear realmente el aspecto de nuestro héroe. Donde empieza la primera decisión importante es la clase de protagonista que queremos tener.
Hay una variedad importante de tipos de personaje: caballeros, guerreros, magos, clérigos, bandidos, cazadores, ladrones
cada uno de ellos nos potenciará, de inicio, diversas cualidades que tenemos asignadas. Así, un guerrero será mucho más resistente y tendrá más valores en atributos como la fuerza. En cambio, un hechicero -que en esta entrega tiene sus ataques mágicos con usos limitados hasta que se recarguen en puntos concretos como comentaremos adelante- tendrá facilidad para aprender sus primeras magias y tendrá más posibilidades de saber dominar algunos elementos como los milagros. Pero en Dark Souls todo esto es relativo, ya que a pesar de poder escoger estas clases, desde el primer momento que recojamos almas de nuestros enemigos podremos potenciar los atributos que queramos. Así, siendo guerreros podemos dedicarnos a subir nuestras habilidades mágicas (inteligencia) y viceversa. Ser bueno en todo cuesta decenas de horas, pero el universo de Dark Souls tiene para cada clase de jugador.
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